Decocción: se emplea para las raíces, cortezas, ramas y algunas
bayas. Se deja hervir a fuego lento entre 10 min y una hora.
Jarabe: se utiliza para conservar las infusiones y decocciones.
Calentando a partes iguales la infusión o decocción (ya filtrada) con miel,
melazas o azúcar de caña sin refinar.
Compresa: trozo de tela (algodón, lino suave, gasa quirúrgica) que se
empapa en un extracto y se aplica sobre la zona a tratar.
Emplasto: de acción similar a la compresa pero se aplica directamente
la planta.
Inhalaciones o vahos: se realiza una infusión y después,
cubriéndonos la cabeza con una toalla, inhalamos el vapor hasta que este se
enfríe (cuidado de no quemarse).
Macerado:
-
Oleatos (o macerados en
aceite):
se extraen las propiedades de la planta usando aceite.
-
Macerado acuoso: se deja reposar las
hierbas en agua fría durante 8-10 horas.
-
Glicerinados: se usa glicerina para
extraer las propiedades.
-
Tintura (o
alcoholatura): se extraen los principios activos de la planta mediante alcohol.
Se emplea alcohol etílico o licores. En algunos casos se extraen con vino o
vinagre.
Ungüentos: una base de aceite (habitualmente un oleato) endurecido
con cera de abejas hasta conseguir una especie de pomada grasa.
Crema: una mezcla de agua y aceite, que liga gracias a un emulsionante.
Jugo: con una batidora o licuadora se reduce la planta a pulpa. Se
filtra la pulpa a través de un colador. Son necesarias grandes cantidades de
hierba, ya que un cubo de 10
litros de hierba fresca, pueden dar solo 100ml o menos de
jugo.
Hidrolato: parte acuosa transparente que se obtiene de la destilación de una
planta mediante un alambique. (+ información)
Aceite esencial: esencia aromática que se obtiene de una planta mediante
la destilación por alambique.(+ información)
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